De viaje en la "nueva normalidad"

El paso del semáforo epidemiológico de rojo a naranja en la Ciudad de México y varios estados más, trajo consigo la apertura de restaurantes y hoteles al 30% de su capacidad, y con ello la oportunidad de reactivar la economía en el sector turismo. Sin embargo, viajar en estos tiempos de "nueva normalidad" no será igual que antes de la pandemia, aquí te cuento mi experiencia.

En mi caso, tuve que viajar de la Ciudad de México a Cuernavaca por motivos de trabajo, ya que fui contratado para una sesión fotográfica y la realización de un video para un hotel. Durante mi viaje no salí a pasear a ningún lado de la ciudad, aunque tuve tiempo disponible preferí no hacerlo y únicamente quedarme a disfrutar del hotel, además de que prácticamente estuve con cubrebocas todo el tiempo.

Viajé con mi asistente, llegamos a la central de autobuses del sur en uber para evitar estar en contacto con mucha gente dentro del transporte público, al entrar en la central nos percatamos que casi no había gente, me acerqué al mostrador de Pullman para comprar los boletos y, a diferencia de antes, no había tantas corridas, ni contaban con el servicio ejecutivo dorado, así que tomamos el servicio estándar.

Al ingresar a los andenes nos proporcionaron gel antibacterial y nos tomaron la temperatura, todo el personal llevaba cubrebocas y/o careta. Nuestra sorpresa fue al subir al camión que prácticamente estaba lleno, al parecer aquí la sana distancia no importaba.

Llegando a la central de Cuernavaca pedimos otro uber para que nos llevará al Hotel Misión Grand Cuernavaca, donde teníamos nuestra sesión de fotos, y el cual acababa de reabrir. Al llegar un bell boy nos esperaba en la puerta para ayudarnos con nuestro equipaje, el cual roció con líquido desinfectante antes de tomarlo, al igual que a nosotros, después nos pidió pasar por un tapete sanitizante y tomar gel antibacterial.

En recepción nos tomaron la temperatura y vimos cómo se desinfectaba la llave frente a nosotros. Nos dijeron que el restaurante aún no estaba en servicio y que los alimentos se llevan a las habitaciones, por lo que nos compartieron un menú vía WhatsApp. Pese a ser un hotel muy grande, vimos que sólo había otros 4 huéspedes, y todo el personal siempre llevaba cubrebocas y/o careta todo el tiempo.

Cuando pedimos nuestros alimentos, los cubiertos venían envueltos en plástico, al igual que los platillos y bebidas, todo completamente sanitizado nos dijeron, entendemos que es una medida de precaución actual para cuidarnos a todos, pero no estábamos muy contentos de ver tanto plástico que se convertiría en basura.

El hotel tenía amplios jardines y ya que no había una gran ocupación pudimos disfrutar de ellos al igual que de la alberca, debo confesar que fue muy agradable poder cambiar el encierro de la ciudad por uno con mucha naturaleza a nuestro alrededor. Además no tuvimos ningún inconveniente durante nuestra estancia y en todo momento nos sentimos protegidos.

Llegó el día de volver, nos fuimos a la central Casino, no tuvimos que hacer fila y otra vez encontramos únicamente el servicio estándar, hasta ese momento me di cuenta de que los precios habían subido. En la sala de espera las sillas estaban divididas con cinta para mantener la sana distancia. Nos tomaron la temperatura y nos dieron gel antibacterial, sin embargo tuvimos que poner nuestros celulares, monedas y llaves en una caja para pasar por el detector de metales, una vez en el camión vimos que también iba lleno.

Con base a la situación actual, mi recomendación es que no viajes aún y esperes a que la situación mejore, viaja si es necesario, y si de plano ya no aguantas más, hazlo en automóvil si tienes uno o la posibilidad de rentar. No vayas a lugares que sean muy concurridos y toma todas las medidas necesarias para cuidarte tú y cuidar a los demás.